Hay dolor en el mundo artístico por el fallecimiento de Lao, conocida como “Afrodita”, quien padecía de una enfermedad terminal desde el año pasado. El 31 de enero de 2018 había visitado los estudios de RADIO MÁXIMA, cuando dijo que “soy trans en este momento de mi vida, mi parte femenina afloró a los 5 años y desde entonces convivo con eso. Pero nadie nace en un cuerpo equivocado”.
Afrodita escribía, y recorrió el mundo vendiendo artesanías. Su amiga Claudia Piquet manifestó que “para muchos es Lao, para otros es Afrodita, y a esta altura ya superamos esa cuestión, es un ser maravilloso que donde tocó dejó luz, dejó amor”.
“Estaba ahí en todos lados, como persona. Nos contaba que fue esperado con ropita celeste y que fue como una decepción, esto de probarse los vestidos y que eligiera la ropa, ponerse los zapatos con tacos a escondidas”, contó Piquet, y reflexionó que la experiencia de Afrodita nos lleva a pensar en lo que sienten nuestros hijos o nietos, si expresan algo que “no quieren ser”
“Afrodita nos pone de frente a esas cosas, y darnos cuenta de que la vida es muy corta para cumplir con el deseo de otro”, analizó.
Piquet expresó además, que la repentina muerte de Afrodita, causó una gran conmoción en su círculo más cercano.
“Nos dejó pasmados. Su muerte tan joven fue una cachetada. Hizo su vida con mucho esfuerzo, a su manera, pasando hambre y necesidades, despojada de la vida con una mochila. Era Afrodita, la diosa”, afirmó.
Su amiga la define como “un ser de luz”, alguien que parecía tener una sabiduría ancestral y que la practicaba a través del esoterismo, con una visión especial acerca de la muerte.
“Ella consideraba que la muerte era un pasaje del estado físico. Que en realidad somos energía. Ella siempre estuvo convencida de que iba a volver a cruzarse con la energía de las personas que amaba”, expresó Piquet.
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