Itatí Guerra:”Desde que empecé no hubo verano sin ponerme un traje de carnaval”

“Me enteré en julio luego de una reunión donde me decían que iba a ser bastonera, que el traje estaba listo y que si quería probarlo. Cuando ingreso al cambiador, me encuentro con un tocado bellísimo sobre una mesa. Quedé boquiabierta por lo bello que era y enseguida me di cuenta que era un tocado de reina. Felicité por ese trabajo tan bonito, me pidieron que lo pruebe sin caer que era para mí. Vos sos la reina me dice el Director y no lo podía creer”.

¿A quienes les contaste primero?

“Se lo conté enseguida a dos personas. A mi amiga Natalia, y luego a mi madrina. Todo como en secreto porque no se podía decir demasiado en ese momento”.

¿Cómo es tu historia carnavalera?

“Empecé en Mari Marí en 2009 cuando terminé el colegio, al ir a una escuela católica no era posible salir en el carnaval. Era una comparsa dirigida por Adrian (Buteri), yo aparecía en la última carroza, era un traje negro que intentaba describir las aguas contaminadas. Esa fue mi primera experiencia. Tenía 17 años y ya desde ese momento fui titular cada verano. Siempre tuve mi traje en Marí Marí, y los años que la comparsa no salía, yo formaba parte del tour. Estuve siempre en contacto, no hubo verano que no me haya puesto un traje de carnaval”.

¿Soñabas con ser reina?

“Siempre digo que intento ser bailarina, por eso estudio mucho para mejorar. Siempre aspiras a formar parte como pasista o un rol que destaque el baile, pero honestamente, nunca me vi como reina porque no sentía que fuera mi perfil. Quizá no aspiraba a ser reina, aunque obviamente es un honor para mí. Estoy feliz con este lugar, voy a adaptarme lo mejor posible. Es una felicidad que me convoquen para ese puesto, quizá uno tiene construcciones internas, donde piensa que no puede determinada cosa, pero en realidad los demás ven que sí podes. Como bailarina me toca este lugar que pienso disfrutar, sin perder mi esencia, tratando de bailar como siempre hago desde hace quince años”.

¿Te estás preparando especialmente?

“Siempre entreno, hago musculación guiada por un entrenador. Ahora sumo clases de samba, intentando encontrar un equilibrio entre ambas disciplinas. A veces el cuerpo pide descanso. Todo es muy demandante a nivel físico, pero pretendo que sea con energía y disfrute. Tengo incorporado el hábito de una buena alimentación y descansar bien. Prepararme para el carnaval es un trabajo extra que debo conjugar con mi vida diaria”.

Al ser abogada entonces el carnaval demanda una energía especial ¿Es así?

“Es que uno tiene el estrés de la rutina laboral, con algunas tareas que requiere la profesión que implican un cansancio extra. Entonces trato de organizarme, que todo fluya sin que me deje tirada en el camino (se ríe)”.

¿Te sentís cómoda en cuanto a tu estado físico?

“Pienso que lo importante es estar sana. El carnaval son muchos meses, por lo cual se deben sostener algunas cuestiones a lo largo del tiempo. Es importante que sea dentro de un ámbito saludable para poder prolongar lo que se hace, que es lo más difícil”.