Este lunes 1° de mayo se celebra el Día del Trabajo y desde el Centro de Salud Juan Baggio, trabajadoras del sector público, contaron sus vivencias y el compromiso con la labor comunitaria.
En este caso, se trata de la técnica de Laboratorio Guillermina Gómez, la odontóloga Eliana Merlo y la enfermera Jesica Troncoso.
Eliana: “La salud pública permite ver a la población desde otro lugar”
La odontóloga Eliana Merlo se desempeña junto a Paola Olano, Roxana Stark, Andrea Frutos y Felipe Gil en la atención odontológica y también se dedica al área de prótesis dentales donde, por mes, se suelen desarrollar unas 20 prótesis y ya acumula cerca de 1500 desde que comenzó a funcionar.
“Tengo la experiencia de trabajar en lo público y el subsector privado. La salud pública tiene la particularidad de poder ver realidades diferentes, permite ver a la población desde otro lugar”, reflexionó Eliana.
Al respecto, valoró que “en el Centro de Salud podemos brindar la atención a aquellos pacientes que no tienen libre acceso a una obra social o cuentan con recursos limitados para acceder a una práctica privada”. Eso permite establecer un vínculo y una empatía especial entre los profesionales y sus pacientes a tal punto que la relación se extiende en el tiempo.
Eliana Merlo relató que “este centro es como una gran familia porque se atienden pacientes de la zona y los barrios aledaños que vienen desde hace muchos años. Nos conocemos, nos saludamos con un buen día y un hasta luego, se crean vínculos muy lindos. Es gratificante haber podido atender a un paciente cuando era niña/o, seguir en su adolescencia o cuándo ya son madres/padres y traen a sus hijas/os para una consulta. Así se garantiza la continuidad del tratamiento y las relaciones humanas”.
Ese grado de cercanía muestra que “hemos logrado frutos con nuestra siembra porque lo que pretendemos es mantener el seguimiento de cada persona a lo largo de los años. Muchas veces lo logramos y es fantástico”, recalcó.
“Es gratificante poder venir a trabajar todos los días más que nada porque estamos brindando un servicio a la comunidad. Es trabajar en lo que nos gusta y ser útil a otras personas, es proyectarnos, brindar servicio y desarrollarnos como personas dentro de una sociedad de manera integral”, subrayó.
En lo laboral, “se formaron muy lindas relaciones e incluso de amistad porque todas las áreas asistenciales están muy conectadas. La época de pandemia hizo que ese vínculo se haga más fuerte porque pasamos muchas situaciones difíciles, estábamos expuestos y teníamos miedo, como el resto de las personas. Todo contribuyó a que esta gran familia se uniera mucho más, el compañerismo fluyó y creció con la mira puesta en cuidarnos mutuamente”, resaltó la odontóloga.
Con la prioridad de “lograr bocas sanas y saludables” el sector realiza un abordaje interdisciplinario ya sea con “pacientes crónicos que tienen una continuidad en sus tratamientos o los nuevos. Odontología se relaciona con Ginecología; Pediatría y Niños Sanos; Fonoaudiología; Enfermería y Medicina General. Por ejemplo, a una mamá recién embarazada le brindamos una charla para explicarles cuestiones básicas y erradicar determinados mitos, evacuamos sus consultas”.
“También es fundamental la colaboración de los agentes sanitarios que salen a las calles, traen las problemáticas de la zona y, a través de ese trabajo, vamos generando las diferentes campañas de prevención, vacunación, charlas y capacitaciones tanto en otras instituciones como dentro del Centro de Salud”, destacó.
Finalmente, Eliana Merlo sostuvo que “aunque parezca una frase hecha, es fundamental saber que el trabajo dignifica. Para mí es importante poder expresarme libremente desde mi hacer y ayudar a cada persona que se acerca al consultorio”.
Guillermina: “Dedico todas mis fuerzas a atender a cada persona”
María Guillermina Gómez es técnica del Laboratorio de Análisis y desempeña su tarea desde 2004 en el efector junto a sus colegas María Celeste Díaz, Patricia Degani y Emma Fiorotto. “Empecé como enfermera, que es mi otra profesión, en 1996 en el sanatorio Cometra, luego pasé durante algunos años por el ex Agos y llegué al Laboratorio en 2004 donde me recibí como técnica”.
“Mi trabajo es recibir, cargar al sistema y preparar todas las muestras antes de trasladarlas al Hospital Centenario, donde son procesadas. Los resultados se reciben por medio de las Historias Clínicas Digitales de cada paciente que funciona tanto en el Centenario como acá en el Baggio y otros centros de salud provinciales para que los profesionales accedan de forma inmediata a cada estudio”, explicó Gómez sobre su labor cotidiana.
Guillermina valoró que “nuestra zona de atención está poblada por personas con muchas necesidades y por eso, cada día, cuando cruzo las puertas del Baggio me olvido de mi vida y dedico todas mis fuerzas a atender a cada persona”.
“Quienes vienen a un centro de salud es porque tienen una necesidad real y creo que cada trabajador debe estar dispuesto a entregar esas horas de su vida a atender de la mejor manera a esos pacientes, queremos que se vayan satisfechos porque se resolvió –de acuerdo a lo que está a nuestro alcance- su problema y ayudarlos a que tengan una mejor vida”, enfatizó.
“En el Laboratorio no solo extraemos muestras, sino que le permitimos a cada paciente ser escuchada/o, desahogarse. Hay personas que las conocemos desde hace muchos años y eso nos permite tener un vínculo muy cercano hasta casi familiar”, precisó.
Con cerca de 19 años de trayectoria, Guillermina Gómez aseguró que “fue muy importante para mi ingresar al Baggio. Empecé a trabajar siendo enfermera y me fui formando en la práctica de laboratorio, aprendí cuestiones específicas gracias a tres bioquímicas que se encargaron de ‘moldearme’ y enseñarme todo lo necesario. Al poco tiempo me recibí de Técnica de Laboratorio”.
Al respecto agregó que “la carrera me resultó fácil porque ya tenía todo el conocimiento de la práctica por lo que estudiar y entender los fundamentos de la tarea fue central. Para mí es importantísimo estar bien formados por eso sigo estudiando y estoy haciendo la carrera universitaria de Técnica en Laboratorio, en Concepción del Uruguay. A fin de año me recibo porque sólo me faltan cuatro materias”.
Con una sonrisa, Guillermina narró que “tengo la alegría de tener a mi hija que está estudiando en el Polo Educativo de la UNER y en casa nos complementamos, además mi marido es enfermero”.
Sobre la experiencia durante la pandemia, Gómez describió que “no teníamos ninguna experiencia para enfrentar ese momento, fue complicado y fuimos aprendiendo día a día. En mi caso, ya tenía un dominio del barbijo por mi paso por los quirófanos o las terapias intensivas, pero el hecho de no conocer a qué nos estábamos enfrentando fue difícil”.
Subrayó que “fue fundamental trabajar en equipo, que cada uno tuviera una función, corregir lo que se hacía mal y mejorar lo que estaba bien. En el centro de salud nos planteamos no mirar con mezquindad a los demás, sino que cada uno entendió que debíamos ayudar al otro. La pandemia nos enseñó mucho a toda la sociedad como el uso del alcohol en gel, la higiene permanente de manos, los cuidados y haberla superador nos hizo feliz”, reflexionó.
Jesica: “Brindamos a los pacientes el respeto y dedicación que se merecen”
Jesica Troncoso, enfermera de la institución, contó que “en septiembre se cumplen 10 años trabajando en el Baggio y desempeñando mi profesión de licenciada en Enfermería. Es una tarea que me gusta mucho, además me agrada el ambiente de trabajo y ahora, con la ampliación del edificio, contamos con más recursos para atender a la gente que se acerca todos los días”.
“Hoy por hoy, con casi una década en el Centro de Salud, puedo decir que mi experiencia laboral en el Baggio es muy buena. Considero que podemos brindarles a los pacientes el respeto y la dedición que se merecen”, agregó.
A su vez, Jesica remarcó las “diferencias que existen entre la salud pública y el sistema privado: en el sector público quienes trabajamos tenemos más beneficios laborales. A su vez, es muy cómodo trabajar cuando desde la Dirección se brinda acompañamiento, se garantizan los elementos necesarios y se dan capacitaciones”.
Jesica Troncoso, Guillermina Gómez y Eliana Merlo son profesionales de la salud pública con la misión de brindar asistencia, orientación y cuidado a cada persona que se acerca el Centro de Salud Baggio. Es la misma misión que a diario lleva adelante el resto de los integrantes del efector en el sur de Gualeguaychú.
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