Tení­a 14 años cuando le escribió una carta a un soldado de Malvinas, 40 años después él llamó a la puerta de su casa

Luis Heredia golpeó la puerta de la casa materna de Marisa Lapalma y quien atendió fue su madre. El hombre se presentó y contó que estaba buscando a la escritora de una carta que le llegó en medio de la guerra. La carta no iba dirigida a ningún destinatario específico, solo tenía el objetivo de llegar a las manos de algún soldado argentino que con una corta edad peleaba esa guerra tan injusta. 

La madre de Marisa se sorprendió y llamó a la casa de su hija y le explicó la situación. Inmediatamente, la mujer acudió al que fue muchos años su hogar y se encontró frente a frente con el hombre que había recibido una carta que ella escribió cuando tenía 14 años. Marisa no recuerda si redactó esa carta en el colegio o en el grupo religioso de jóvenes que integraba en aquel entonces. 

“Yo quedé shockeada, en el momento no sabía qué decir. Cuando tenía 14 años recordé que había escrito esa carta. El me dijo que los únicos momentos que tenía de alegría era cuando recibía las cartas”, relata Marisa. 

Luis Heredia tenía 24 años cuando recibió la carta de la joven niña. “Yo le conté que tenía la idea de que esas cartas no llegaban . Pero él me dijo que donde no llegaban era en la trinchera”, continúa Marisa. 

En esa carta, Marisa contaba quién era, cómo estaba conformada su familia y brindaba ánimos a su remitente. “Le ponía que rezabamos por ellos, que siguieran adelante. Yo le ponía que era tan joven como él, que nos sentimos muy orgullosas”, explica la mujer.

Heredia se había prometido a sí mismo que si salía vivo de la guerra iba a buscar a la remitente de la carta y cumplió su promesa luego de 40 años. En línea con la historia, Marisa cuenta “desde el primer día que empezó la guerra arme como un diario de la guerra con recortes de diarios y revistas. Esa carpeta había quedado ahí y ahora con la foto que tengo de él y la foto de mi carta cierro una historia de 40 años”.